En nuestro taller de mecánica rápida en Collado Villalba nos hemos hecho la siguiente pregunta infinidad de veces: ¿cómo ha podido este coche circular sin sufrir algún accidente? La razón: discos de freno y pastillas extremadamente desgastados y en un estado deplorable. El descuido de los conductores al no pasar la revisión anual de la ITV cuando corresponde y esperar demasiado suele ser la causa principal de este hecho. A continuación veremos qué tener en cuenta para cambiar estos elementos vitales de nuestro coche.

Hoy en día la mayoría de vehículos cuentan con un indicador o chivato que se ilumina en cuanto se detecta la necesidad de cambiar las pastillas, los discos o ambos, pero no conviene depositar toda nuestra confianza en él, ya que puede fallar. Asimismo, en caso de las pastillas o discos sean nuevos o seminuevos, tampoco es recomendable fiarse por completo, ya que cualquier impacto no advertido puede producir una fractura en su estructura. Por lo tanto, hemos de revisar el estado de dichos elementos con cierta periodicidad si queremos evitar pasar antes de tiempo por nuestro taller de mecánica rápida en Collado Villalba.

Así, el modo más eficaz para comprobar el buen estado del sistema de frenos del vehículo es desmontar la rueda, la pastilla después y luego echar un simple vistazo. La mayoría de pastillas son fabricadas con un indicador de grosor; esté será menor cuanto más se conduzca en zonas urbanas.

Como norma general, varios expertos recomiendan efectuar esta revisión cada 20.000 kilómetros. De igual modo, la duración de la pastilla de freno suele ser equivalente al doble del tiempo útil del disco, por lo que cada dos recambios de las primeras es conveniente reemplazar los segundos. En Talleres Rom Car E'Den somos partidarios de cumplir religiosamente las revisiones periódicas y recordamos al lector que el estado de los frenos es uno de los factores esenciales para mantener la seguridad de todos en la carretera.

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